domingo, 15 de abril de 2018

El extraño oficio de escudriñar en el Misterio


- La Historia Jamás Contada -

Una de las ocupaciones con mayor prestigio tanto académico como social que, paradójicamente, sólo a una minoría le interesa saber en qué consiste y a la que un número todavía menor se dedica, así sea parte del tiempo, es la INVESTIGACIÓN.

Lo que no deja de ser sorprendente, pues no es sino la curiosidad natural aplicada a objetivos específicos que, en virtud de una práctica sistemática y ponderada por la reflexión sobre sus hallazgos, llega a convertirse en una refinada herramienta capaz de entregar resultados prácticos en los más diversos campos.

Pero sea cual fuere la causa determinante de la atrofia y virtual extinción de esa característica o cualidad en la mayoría de la población adulta, quienes la hemos conservado podemos emplearla no sólo en la investigación científica o innovación tecnológica, independiente o corporativa, sino también en gratificantes exploraciones de lo que hay “detrás de…”, esto es, en el MISTERIO, desde el policiaco hasta el cósmico, pasando por el sobrenatural, desde luego.

Al respecto, es curioso ver cómo el médico y escritor británico Sir Arthur Conan Doyle, creador del “investigador por placer” más famoso de la literatura, el célebre Sherlock Holmes, comienza cada aventura de éste con la irrupción de un Misterio que, al correr de la trama y merced al virtuosismo deductivo de su héroe, se va reconfigurando hasta quedar finalmente en una situación de lo más banal.

¿Es este el destino de toda investigación “misteriosa”? Por decepcionante que resulte, así es la mayoría de las veces. ¿Cuál es su utilidad entonces? Pues una fundamental: “limpiar” el terreno de búsqueda de modo que, al final, podamos formular la pregunta correcta: ¿cuál es el Misterio aquí? Si podemos señalar (cuando menos) uno, vale la pena seguir investigando. En otro caso, the game is over.

Es decir, el (verdadero) Misterio es un continuo, pues resuelta una parte, siempre queda un residuo que no se deja atrapar. Por eso es apasionante la investigación del Misterio: NUNCA quedamos satisfechos. Es lo que me hace calificarla de EXTRAÑO OFICIO, aunque tal vez fuera más apropiado llamarla deporte, pues sólo la realizamos mientras la disfrutamos… En otras circunstancias no tiene sentido.

¿Tiene algunas reglas esta particular actividad? Sin duda, pero son muy dependientes del tema específico, como lo saben los investigadores expertos. Se asemeja más a una expedición, en que tanto el procedimiento como el equipo se diseña o elige según la meta.

En fin, que el Misterio es una de las muy pocas parcelas de la realidad que aún conserva algo del atractivo romántico de la aventura, a condición de tener objetivos claros y no arriesgarse  más allá de lo necesario. Siendo así,

¿SE ATREVEN USTEDES A EXPLORARLO?


Fernando Acosta Reyes (@ferstarey) es fundador de la Sociedad Investigadora de lo Extraño (SIDLE), músico profesional y estudioso de los comportamientos sociales.

Imagen: piensaenunlugar.wordpress.com