sábado, 23 de diciembre de 2017

Entregó CICEPAC reconocimientos a ingenieros poblanos por trayectoria profesional, docencia y estudiantes sobresalientes.



Durante la celebración del Día del Ingeniero, el Colegio de Ingenieros Civiles de Puebla, A .C. entregó reconocimientos al catedrático Gerardo de Jesús López Arciga, por su labor docente en la UPAEP, así como al estudiante Luis Enrique Quezada Negrete, de la BUAP, por distinguirse en su formación, así como por su trayectoria profesional del ingeniero Fernando Félix Michel y Cueto.

Los nombres de los homenajeados fueron seleccionados conforme a un perfil profesional y a convocatoria expresa enviada a las universidades asentadas en Puebla que cuentan con la carrera de ingeniería.

Además se entregó un diploma a los catedráticos de la Universidad Iberoamericana M.I. Miguel Ángel Figueras Corte y de la BUAP M.I. Gil Armando Báez Díaz, así como a los estudiantes que disputaron el premio Said Amado Nivón López, estudiante de la Ibero; Liza Carolina Cortina Uribe, estudiante de la UDLAP e Ismael Sánchez Huerta, estudiante de la UPAEP.

Motivo de orgullo fue también la inauguración del techo automatizado del 2º. Patio de la Casa Sede del  Colegio de Ingenieros Civiles de Puebla, A.C., obra realizada con la cooperación de todos los agremiados y el trabajo de las damas voluntarias integradas en el  Comité de Campaña Financiera, representado por Sandra Rocío Flores Hernández.

Con este motivo se recordó al ingeniero Jesús Solana Rivero, presidente del CICEPAC afínales del siglo pasado, quien con la propuesta del Colegio de Ingenieros en obras para eliminar los tapones viales en la ciudad, hizo posible contar con las donaciones suficientes de los agremiados para la compra del edificio actual, entonces en ruinas.

Uno de los decanos de la ingeniería, el ingeniero Marco Aurelio Barosio Lozano, quien aún a sus 90 años personalmente supervisó las obras de la techumbre inaugurada este día, recordó como hace más de 15 años se conformó el Comité para rescatar este edificio que es parte del patrimonio edificado de Puebla.

En su oportunidad, la  señora Helga Martens de Barocio, estableció  que Puebla sigue a la vanguardia de los colegios de ingenieros en México, y ha servido de ejemplo para esforzarse en contar con una casa sede, rescatar el inmueble, dignificarlo, construir un auditorio, el techado del primer patio y ahora el techado del segundo, lo que se hizo con apoyo de muchas personas y la preponderante donación de los ingenieros Javier Solana e hijos, así como del ingeniero Raúl Carpinteyro, a quienes se entregaron diplomas de reconocimiento.

Publicado originalmente en Saber Sin Fin 02 julio 2015